El mármol es una roca metamórfica compuesta principalmente de calcita (un carbonato de calcio) y, en algunos casos, dolomita (un carbonato de calcio y magnesio).
Se forma cuando la piedra caliza se somete al calor y la presión del metamorfismo, lo que provoca que la calcita se recristalice formando una roca con una masa de cristales de calcita entrelazados.
El mármol es conocido por su belleza y variedad de colores, que pueden variar desde el blanco puro hasta tonos con vetas de diferentes colores, dependiendo de los minerales presentes durante su formación. Estos colores y vetas hacen que cada pieza de mármol sea única y muy valorada en la decoración y la arquitectura.
Su versatilidad y belleza lo convierten en un material preferido para muchos diseñadores y arquitectos.
El mármol tiene una larga vida útil, lo que significa que necesita menos reemplazos a lo largo del tiempo, reduciendo la huella ambiental.
El mármol de construcciones antiguas puede ser reutilizado en nuevas obras, lo que contribuye a la economía circular.
Requiere poco mantenimiento, lo que disminuye el uso de recursos a lo largo de los años.
La extracción de mármol se realiza mediante técnicas que son más respetuosas con el medio ambiente en comparación con otros materiales de construcción.
Estas características hacen del mármol una opción preferida para proyectos que buscan la belleza y la sostenibilidad en la construcción y el diseño de interiores. Cabe resaltar que al ser un material con excelentes cualidades es muy apreciado por el usuario final.